Co-Director Kuerpo Activo Internacional
Cuando la Preocupación se Vuelve Tóxica
Una cierta cantidad de ansiedad puede ser beneficiosa, especialmente si
te motiva a realizar un proyecto importante o para ayudarte a dar tu
mejor esfuerzo. Esa ansiedad te puede apresurar a evaluar la situación y
te inspirará con soluciones o alternativas para evitar decepción o
catástrofes.
Pero cuando la preocupación se sale fuera de
control e interfiere en con tu vida diaria, como sucede con el 15 por
ciento de los norteamericanos que sufren de desórdenes de ansiedad,
puede tener implicaciones en la salud también, como el del aumento del
riesgo de enfermedades cardiacas.
¿Cómo saber si cruzaste la raya de una preocupación “normal” a un desorden por ansiedad?
Si la preocupación crónica interfiere con tus relaciones y habilidades
para realizar tus tareas cotidianas, esa es una enorme bandera roja.
Pero también existen síntomas más sutiles, como: irritabilidad, fatiga,
molestias para dormir, tensión muscular, dificultad para concentrarse,
inquietud.
Afortunadamente según los especialistas se puede reducir la ansiedad de varias de maneras.
Para personas que sufren de ataques de pánico o ansiedad severos:
- La terapia de comportamiento cognoscitivo ayuda a los individuos a
reconocer y cambiar el diálogo interno y patrones de pensamiento que
atacan la ansiedad.
- La respiración profunda es efectiva durante
ataques de pánico, sobre todo cuando son seguidos por respiración
agitada que puede llevar a hiperventilación y mareos.
- Existen
varios medicamentos para personas que sufren de desórdenes de ansiedad.
Cada quien responde de diferente manera a los medicamentos, por lo que
es extremadamente importante hacer visitas de seguimiento con tu doctor
para evaluar la efectividad de tu tratamiento.
Para tratar la ansiedad más en general:
Haz tiempo para actividades que proveen una distracción positiva.
- Los hobbies que te absorben mentalmente como las manualidades o el
yoga, te dan una mayor liberación de lo que está en tu mente.
-
Compartir tus preocupaciones con un amigo. Cuando platicas con alguien
en quien confías sobre un evento estresante o cualquier sentimiento,
ellos te ofrecen apoyo y una perspectiva nueva.
- Atacar los
problemas inmediatamente. ¿Tienes miedo de jubilarte? Toma un seminario
de planeación financiera. ¿Preocupado por tus habilidades como padre? Ve
a un grupo de apoyo de padres de familia. La preocupación nace seguido
de la incertidumbre. Cuando aprendes lo más posible sobre temas que te
causan ansiedad, te sentirás más seguro y verás que tu preocupación se
desaparece rápidamente.
- ¡Haz ejercicio! La actividad física reduce
la tensión y el estrés, promueve a una respiración y un descanso más
profundos, aumenta tu confianza propia, y todo esto puede reducir
enormemente la ansiedad. Además cuando entrenas produces endorfinas,
neurotransmisores químicos que producen sensación de bienestar,
inhibiendo la transmisión del dolor.
Si quieres comenzar a
alinearte con esta modalidad acércate a algún centro de yoga, mejor si
es recomendado por alguien y toma solo una clase para que evalúes como
te sientes, te garantizo, que a pesar de ser tu primera clase vas a
salir de ahí con un punto de vista diferentes y vas a sentirte
totalmente relajada y diferentemente agradable
Tú puedes
empezar a aliviar la tensión inmediatamente solo con la práctica
consecuente de cualquier actividad física, realizando un mínimo de tres
sesiones semanales de 30 a 45 mins. por día.
Alvaro "METAL" Mora
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